La solución de raíz para mejorar tu armario y mantener el orden.
Por: Pamela Alejo
Con frecuencia, tenemos que lidiar con errores de diseño original de los mobiliarios. Pues no siempre tenemos el conocimiento ni la formación profesional para tomar acertadas decisiones tanto de compra como de aprovechamiento del espacio.
Para esto debemos comenzar con la pregunta. ¿Qué hace que un diseño de armario que sea bueno o malo?. En el ejercicio profesional como organizadora de espacios así como la amplia experiencia que he tenido como diseñadora de mobiliario. Puedo concluir que todo armario puede llegar a ser bueno o malo siempre y cuando cumpla la regla principal que orienta los esfuerzos del diseñador: satisfacer las necesidades del usuario.
Hoy les comentaré los cuatro errores frecuentes que he logrado distinguir a través de la asesorías y experiencia adquirida y como solucionarlos.
1.Repisas muy altas y de gran fondo.
¿Cuantas veces has intentado sacar de tu repisa una camisa doblada y has provocado un tsunami de ropaje desubicando las demás prendas? Es usual ver en los closets esos huecos altos y de largo fondo que al verlos intuitivamente nos llevan a apilar una prenda sobre otra tipo exhibición en tiendas. Sin embargo, esta no es la mejor opción, pues la técnica del amontonamiento usualmente resulta en desorden antes de terminar la semana.
Ante esto es necesario aplicar estrategias orientadas al lo que llamamos diseño correctivo. Esta tarea implica el replanteamiento o la la implementación de otros objetos a los que llamo ‘facilitadores’, tales como cajas, organizadores o contenedores que facilitan la subdivisión, visibilidad y acceso. Adicionalmente, es conveniente también la aplicación de nuevas técnicas de doblado y distribución que permite optimizar el almacenamiento y búsqueda de las prendas.

2. Espacios perdidos en la parte inferior de la barra.
Existe cierto tipo de ropa que por sus características y dimensiones debe ser colgada. Es el caso de chaquetas, algunos pantalones e incluso vestidos y gabanes. El tamaño (sin tener en cuenta los vestidos largos) ocupa en general unos 90 cm, dejando el resto del espacio inferior sin utilizar. El espacio vacío resultante suele desaprovecharse.
Nuevamente el uso de objetos facilitadores resulta una excelente opción para solucionar este desatino. La estrategia abre la posibilidad de almacenar otro tipo de vestuario o implementos del mismo en la parte inferior, como zapatos, en cuyo caso podemos hacer uso de organizadores que mejoren la distribución y eviten el apilamiento y maltrato del calzado.
Otra forma de aprovechamiento del espacio es por medio de la instalación de otra barra en la parte inferior que también resulta otra buena alternativa para ubicar pantalones colgados.

3. Pocos cajones
La conocida organizadora de espacios Marie Kondo ha puesto de moda el doblado vertical de la prenda, técnica que permite que la ropa se arrugue menos, disminuya el maltrato y permanezca ordenada más tiempo. Sacarle provecho a esta práctica nos ha empujado a ser conscientes de la carencia de cajones en algunos armarios y afrontar la búsqueda de un lugar especial para poner las prendas de esta forma. Una solución es crear cajones falsos a través de contenedores o cajas que no superen los 15 cm de alto.
Además de la ausencia de cajones, con frecuencia solemos encontrarnos con armarios con cajones muy profundos, error delicado que impide el fácil acceso a la ropa. Para esta recomendamos el uso de cajones pandos y dentro de ellos realizar subdivisiones para los diferentes elementos. Los cajones hondos son perfectos para almacenar otro tipo de elementos como sabanas y cobijas.

4. Diseña tu propio armario
Tendemos a suponer que los diseños universales o estandarizados de armarios se basan en la aplicación de normas ergonómicas y satisfacción de las necesidades humanas más frecuentes, pero la realidad no siempre se corresponde con esta premisa.
En muchos casos el armario de la habitación principal es utilizado por una pareja, es decir por dos individuos y este suele estar diseñado para una sola persona. Son concurridos los casos que se ven con esta problemática, haciendo que la comodidad del guardarropa se transforme en algo difícil para lidiar en pareja.
De otro lado, hay que entender que cada persona se viste diferente, por ende la composición del armario será especial. Es el caso de clientes que tienen un gusto especial por algún tipo de ropa como lo son las botas, es clave crear un espacio específico y personalizado para esta necesidad dada la altura y características del calzado.
Si el presupuesto lo permite, es la implementación de nuevas subdivisiones fijas o móviles que ayudan a crear diferentes ambientes y así aprovecharas todo ese espacios que si hay pero esta mal distribuido.
Ahora que dispones de estos consejos o tips te invito a realizar una distribución más consciente de tu espacio ó contactar a un profesional para que te ayude con su experticia a adecuar estos consejos para la organización de tu hogar. Buena suerte.
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